Descripción
Ejemplar nuevo. Ilustrado. Una de las imágenes más perdurables asociadas al ocaso del valimiento del duque de Lerma fue la del favorito don Rodrigo Calderón camino del cadalso. Aunque mitificado en la muerte, no había sido objeto de estudio por parte de los historiadores -más allá de algunos artículos de indudable relevancia-, pese al atractivo de una trayectoria política y personal plagada de desaciertos y excesos pero tan singular y meteórica. Marqués de Siete Iglesias y conde de la Oliva, capitán de la Guarda Alemana, secretario de cámara del rey y embajador extraordinario en los Países Bajos, don Rodrigo fue uno de los más poderosos y controvertidos ministros de Felipe III.
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