Descripción
Veintitantos siglos después de que Aristóteles replantease en sus mejores términos el problema socrático de la relación entre conocimiento de lo moralmente correcto y la moralidad del cognoscente, Dietrich Von Hildebrand intenta en esta obra salir por fin del círculo vicioso al que este problema ha conducido a la filosofía: que, para ser moralmente bueno es preciso saber cómo se debe obrar, pero, para saber cómo se debe obrar, es preciso, a su vez, ser moralmente bueno. Y en su intento descubre al mismo tiempo la mejor explicación conocida hasta hoy del singular fenómeno de la ceguera para los valores. Presentación y traducción de Juan Miguel Palacios. Ejemplar nuevo
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